El misterio,
el que puede ser tan esperanzador como doloroso
ni bien nos tira una pista.
Intriga que hace darnos cuenta
lo miserable que somos sin una respuesta.
Cuando intentar atar cabos sueltos
fijan la mirada en algo... en nada.
La consecuencia es abrumadora, caótica.
Insistiendo en la duda
solo traemos viejos pesares no resueltos
y fantasmas punzantes.
Claramente, tanto los sueños como la decepción
son tus hijos más mimados.
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